Madrid mantiene su intención de imponer peajes en sus autovías

El Ejecutivo de Esperanza Aguirre mantiene su plan de que los usuarios de las carreteras de la Comunidad de Madrid contribuyan directamente al pago de su mantenimiento, pese a la marcha atrás de La Moncloa. Hace dos días, se informó de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy estudia cobrar peajes “baratos” en todas las autovías, ayer anunció en una entrevista Esperanza Aguirre la aplicación de la medida para las autovías de su competencia y por la tarde el propio Rajoy negó que su Gobierno haya tomado ninguna decisión al respecto. Tal y como avanzó Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha precisado esta mañana en la rueda posterior a la reunión del Consejo que el Ejecutivo no ha abordado "el asunto de las autovías".

Sin embargo, Madrid seguirá adelante con el plan. El consejero de Economía y Hacienda, Percival Manglano, ha explicado esta mañana que las "grandes reformas" que se están planteando en España van encaminadas a que los ciudadanos "que usan" los servicios públicos puedan contribuir a su coste. "Esta es la lógica que nos lleva a considerar que las carreteras de la Comunidad de Madrid tengan que tener algún tipo de pago", ha dicho, para reiterar que en el Gobierno regional se están barajando "distintas opciones" (viñetas, peaje...) para que los usuarios de las vías "contribuyan directamente al pago de su mantenimiento".

El consejero ha informado de que este viernes se ha celebrado una nueva reunión "madrugadora" (8.15) para ver de dónde se puede recortar, según desveló hace unos días en la SER la presidenta regional, Esperanza Aguirre. "Seguimos avanzando y seguimos buscando partidas maravillosas", ha dicho el consejero emulando a la presidenta. Manglano ha insistido en que las reuniones matinales de los viernes (a las que no asisten todos los consejeros) tienen por objeto "repasar las posibilidades que tenemos de ahorro" con el propósito de "cumplir con el objetivo de déficit del 1,5% en 2012".

En el capítulo de reacciones, abierto ayer con el rechazo del Ayuntamiento de Madrid a establecer peajes en las entradas de la capital, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, ha dicho también no a la medida por entender que perjudica el desarrollo de las comunicaciones. A su juicio, es "resucitar una fórmula ampliamente superada, como es el derecho de portazgo medieval" —cuando los carruajes debían pagar al pasar por un punto determinado—. Arnaldo considera que este debate no lo ha originado el Gobierno, sino las concesionarias de las autopistas de peaje, que tienen un déficit de 4.000 millones de euros.

También ha alertado de que las autopistas portuguesas donde se ha implantado la fórmula han perdido entre un 30 y un 50% de usuarios, con el consiguiente "parón" de la actividad económica. Para el Comisariado Europeo del Automóvil, es una medida "injusta" e "inadecuada" y supone una merma de la seguridad vial, ya que puede obligar a los conductores a buscar la alternativa de las carreteras nacionales, que se encuentran en peor estado. El coordinador general de IU, Cayo Lara, ha dicho que la propuesta de cobro de un peaje en las autovías es un intento de "cazar como conejos" a los usuarios, y ha expresado su deseo de que se produzca una "contestación social" a la iniciativa si finalmente se ejecuta.

En la entrevista, Aguirre no precisó ni cuándo ni cómo ni a cuántas carreteras va a afectar, aunque citó la M-501, conocida como la carretera de los pantanos, y la M-45, que transcurre entre San Fernando de Henares y Leganés. Su número dos, el vicepresidente regional Ignacio González, compareció tras este anuncio para apuntalar la idea sin concretar tampoco: “Hay que establecer un cobro por el uso y disfrute de las carreteras”.

Ambos aluden a distintas cifras, informan J. Marcos y P. Álvarez. La presidenta dice que se gastan 30 millones en mantenimiento (que son 65,5, según el presupuesto de 2012) y González habla de 100 millones, también para mantenimiento. A lo que se refiere, según aclara después un portavoz de Transportes, es a los 103 millones de dinero público que se destinan este año a peajes en sombra.

Porque no es que los ciudadanos tengan que pagar “por el uso y disfrute” de las carreteras. Es que ya lo hacen. Hay cuatro vías regionales (M-407, M-45, la M-511 y M-501) que se financian por este sistema de peaje en sombra, es decir, a través de impuestos. Una o varias adjudicatarias construyen y gestionan. Y el Gobierno regional abona un canon anual por los vehículos que circulen por las carreteras. El coste final suele ser superior al que pagaría la Administración si lo hiciera con medios propios.